Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, lleva más de un año y medio intentando poner orden en una empresa que no gana para disgustos. Hoy nos enteramos que cientos de millones de contraseñas de usuarios se han almacenado durante años en texto plano, en lugar de forma encriptada, y han estado expuestas a la vista de los empleados de la compañía.
hay que recordad que en sólo un año y medio, la conocida red social ha sido fuertemente criticada por los gobiernos de muchos países por no evitar la difusión de fake news. El cambio en sus algoritmos está propiciando que la gente pase menos tiempo en Facebook, algo vital para el negocio publicitario y el número de bajas crece, sobre todo entre los jóvenes. Temas como las injerencias rusas o Cambridge Analytica, han puesto en duda su seguridad y su privacidad.
En julio de 2018 el precio de las acciones de Facebook bajó casi un 19%, una pérdida de 120.000 millones de dólares en capitalización bursátil, la mayor caída en un solo día de una compañía en toda la historia de Wall Street. ¿Puede pasarles algo más? Sí, como adelantábamos, y siendo más precisos, las contraseñas de entre 200 y 600 millones de usuarios de Facebook han estado almacenadas en los servidores internos de la compañía en un texto legible por cualquiera. Algunas se remontan hasta 2012. ¿El motivo? Aplicaciones desarrolladas por los empleados de la compañía que registraban los datos de acceso de los usuarios sin encriptar.
¿Cuál ha sido la respuesta de Facebook? Según el comunicado publicado en su web oficial, «estas contraseñas nunca fueron visibles para ninguna persona fuera de Facebook y no hemos encontrado pruebas hasta la fecha de que alguien internamente abusara o accediera de forma no apropiada a ellas», pero claro qué van a decir ahora que les ha descubierto.
El fallo en su seguridad se encontró de casualidad durante una «revisión rutinaria de seguridad» en enero. Para evitar sustos te recomendamos que cambies la contraseña cuanto antes. Hazlo por una que sea fuerte y compleja. También debes valorar activar el sistema de autenticación en dos factores.