¿Crees que es seguro comprar por Internet? A pesar de todas las medidas de seguridad sobre las que se sustenta la compra online, no está exenta de riesgos. La nueva “idea” de los ciberdelincuentes es emplear de tarjetas bancarias que han expirado: utilizan números de tarjetas de crédito caducadas para realizar compras por internet y enviar los productos a la dirección del titular de la tarjeta para posteriormente interceptarlos antes de que lleguen al destino. ¿Cómo es posible?
Pues bien, si un comerciante tiene un acuerdo con un emisor de tarjetas y acepta arriesgarse, pueden darles luz verde para utilizar tarjetas que técnicamente no se consideran válidas. Esta estafa es posible gracias a los grandes acuerdos marcos existentes entre los bancos y las grandes tiendas virtuales del mundo, que permiten que se puedan realizar compras incluso cuando la tarjeta esté caducada, si así lo acuerdan entre ambas partes.
Compañías conscientes del timo
Las compañías son perfectamente conscientes de la existencia de este fraude. ¿Entonces cómo es posible que no se actúe de otra manera? Según los expertos en esta materia, el sistema está establecido sabiendo que puede haber algún fraude ya que el riesgo que se asume es muy pequeño comparado con la cantidad de ingresos que puede tener una página web al permitir compras de clientes que no han actualizado su información de pago.
Este fraude es parecido al denominado “Brushing”, por el que un vendedor online externo de una plataforma como Amazon adquiere sus propios productos a través de cuentas de compradores falsas, mientras los productos se envían a una dirección real. Después, el vendedor escribe una reseña positiva sobre su artículo desde la cuenta del comprador falso, pero bajo la marca de compra verificada.
¿Cómo se evitan este tipo de fraudes?
Utilizando una única tarjeta de crédito para realizar todos los pagos por Internet. De esta forma es más fácil rastrear las compras y cualquier actividad sospechosa. También es recomendable utilizar un programa que ofrezca números de tarjeta de crédito de un único uso. De esta manera, aunque la tarjeta se vea comprometida, será completamente inútil para el ciberdelincuente. También es interesante instalar una cámara de seguridad en el lugar en el que habitualmente se depositen los pedidos.