Después de que se conociera la sentencia del Procés el pasado lunes 14 de octubre, una organización anónima conocida como Tsunami Democràtic ha sido la encargada de organizar las protestas en la calle a través de sus cuentas de Twitter, Instagram y su canal de Telegram. Pero además de estas redes sociales, hay una app, Tsunami, que supone un importante salto cualitativo, dentro de la confrontación entre los manifestantes y las fuerzas de la ley. Aunque para sus creadores es importante «que esté instalada y validada en el máximo número posible de teléfonos”, lo cierto es que tener acceso a ella no es nada sencillo. Para poder validar y acceder a la aplicación es necesario disponer de un código QR que, como dicen sus creadores, “tendrán algunas personas de tu círculo de confianza”.
La avalancha de peticiones ha sido tan grande que Tsunami Democràtic ha tenido que publicar una guía para explicar qué está ocurriendo. «En 24 horas, miles de personas os habéis movilizado para encontrar códigos QR en toda Cataluña. ¡Os acabarán llegando! Se han repartido cientos por toda Cataluña. Pregunta a amigos, familiares y compañeros de trabajo».
¿Dónde consigo y cómo activo Tsunami?
La app Tsunami no la encontrarás ni en el Apple Store, ni en el Android Market. Para descargarla, tienes que ir directamente al repositorio de GitHub y para activarla es obligatorio el citado código QR. Además, sólo funciona si la persona que te lo pasa, sólo dispone de 10 usos, está a tu lado. No hay forma de recibirlo por WhatsApp o por correo electrónico o por redes sociales. Tienes que escanearlo directamente del móvil de una persona que confíe en ti. El objetivo principal de este proceso es lograr una comunicación cifrada entre nodos seguros. Cada usuario de un grupo sólo conoce al escalón inmediatamente superior, es decir, la persona que le ha pasado el código QR.
La aplicación está construida sobre un código Java modificado y cifrado que analiza la ubicación del usuario está escaneando el código. A continuación, la compara con la de la persona que lo está ofreciendo y calcula la diferencia: Si los dos usuarios están separados más de, por ejemplo, 10 m, la app “entiende” no están juntos físicamente e impide el acceso. Pero si esa diferencia es corta, entiende que ambas personas están juntas y, por tanto, permite la activación.
Si un infiltrado lograse acceder al sistema sólo vería lo que ocurre en su nodo y zona geográfica: es decir, las notificaciones llegan únicamente a través de tu geolocalización y sólo dan acceso a información relativa a tu entorno inmediato.
El Tsunami está hecho de «gotas»
Así mismo, dentro de los usuarios no todos disponen de los mismos privilegios. Por un lado, están los Administradores que pueden emitir mensajes, definir acciones, generar y repartir códigos QR, y conocer a todos los usuarios. Por otro, están el resto de usuarios que reciben esa información y la ejecutan. En la app se les conoce como Gotas porque según dice una descripción de la app dentro de su código: “El Tsunami está hecho de gotas».
Tsunami se presenta como una app segura que no te registra y en la que no has de revelar ningún dato. «Es de acceso anónimo y privado», recalcan. Aunque esto no es del todo cierto ya que te solicita permiso para acceder a tu localización exacta y para hacer fotos y activar el micrófono de cada dispositivo de la red.
Además, cada usuario debe además detallar de qué medios de transporte dispone y los días y horas libres en que puede participar. La mayoría de mensajes que un usuario estándar recibe van destinados a realizar acciones puntuales: «Tu zona geográfica no tiene ninguna acción en curso», «¿Confirmas que has llegado al lugar de la acción?», etc.