La gran mayoría de dispositivos que utilizamos actualmente permiten el intercambio de información a través de conexiones inalámbricas. Es raro encontrar un usuario que no se conecte al instante en cuando ve una red de Wi-Fi pública. Es verlas y pensar: ¡Internet gratis! Pero cuidado, este tipo de conexiones pueden ser más peligrosas de lo que piensas. Lo mismo ocurre las conexiones Bluetooth. En este reportaje te vamos a explicar por qué no debes conectarte a la primera red abierta que veas, por qué es importante no llevar siempre conectado tu Bluetooth y cómo proteger tus dispositivos de la mejor manera.
La gran mayoría de puntos de acceso Wi-Fi que encontramos abiertos, suelen ser gratuitos o, como mucho solicitan un registro previo antes de usarlos. Ya sea porque pensamos en ahorrarnos el consumo de nuestros datos o por la velocidad, nos solemos conectar instantáneamente. Es más, muchos usuarios tienen activada la opción de “conectarse automáticamente a la red Wi-Fi más cercana” de modo que, al estar cerca de un ciberdelincuente, nuestro dispositivo se conecta automáticamente sin que nosotros seamos ni siquiera consciente de ello.
De una forma u otra, existe un riesgo real de que toda nuestra información y actividad a terceros quede expuesta. Cualquier usuario con cierta experiencia y malicia podría a nuestros correos y mensajes, o incluso, robar nuestras credenciales bancarias.
Ataques en redes Wi-Fi
Para conseguirlo se utilizan diferentes tipos de ataques y técnicas:
Man-in-the-Middle: donde el ciberdelincuente se encuentra en el medio de la conexión que hay entre nuestro dispositivo y la conexión Wi-Fi. Permite monitorizar todo el tráfico de datos y visualizar la actividad en la Red.
Redes trampa: donde el ciberdelincuente crea una red Wi-Fi idéntica a la original para monitorizar nuestra actividad y, en algunos casos, tomar el control del dispositivo desde el que nos conectamos.
Nuestra recomendación para evitar los riesgos de estas redes es que nunca te conectes a no ser que la conozcas o que tengas que hacerlo obligatoriamente por temas de trabajo. En este segundo caso evita siempre ingresar datos de acceso o credenciales de servicios críticos, o hacer transacciones bancarias.
Los riesgos del Bluetooth
Como hemos adelantado, el hecho de mantener activo constantemente el Bluetooth en nuestros dispositivos, incluso en modo oculto, es un riesgo potencial que debemos evitar. De manera involuntaria podemos estar, una vez más, exponiendo nuestra información a los ciberdelincuentes, dándoles facilidades para vulnerar nuestra seguridad.
Mientras esta opción está activa, y sin necesidad de estar sincronizado con un dispositivo, se produce un envío continuo de datos. La tecnología Bluetooth envía de forma periódica una señal buscando un dispositivo al que enlazarse. Gracias a esa señal, un ciberdelincuente sería capaz localizar la ubicación de nuestro dispositivo y, como sucede en el ataque de “Man-in-the-Middle” podría interceptar toda nuestra información. Nuestra recomendación es que sólo actives el Bluetooth cuando vayas a usarlo y lo desconectes al terminar. Así, además, ahorrarás batería si tu dispositivo es portátil.
En Grupo FTP somos especialistas en seguridad. Si tienes cualquier duda en este área ponte en contacto con nosotros.