Entendiendo la nueva directiva de derechos de autor

Seguro que esta semana te has enterado, por un lado, u otro, de que el pleno del Parlamento Europeo ha dado luz verde a la nueva directiva europea de derechos de autor. Este es el penúltimo paso para que se confirme, a falta de que también den su visto bueno los Veintiocho en decisión del Consejo. Pero ¿sabes de qué va y cómo te afectará?

Con los últimos cambios, los artículos 11 y 13 pasan a ser los artículos 15 y 17. El primero afecta a buscadores y agregadores de noticias, y el segundo afecta a plataformas de contenido.

Responsables del contenido

Según el artículo 17, las grandes plataformas serán responsables del contenido que suban los usuarios de los derechos de autor, al que hacen directamente responsables de la vulneración de los mismos. Por tanto, se obligará a los gigantes de Internet y a los agregadores de noticias a pagar a los creadores de contenidos. Estas organizaciones tendrán que suscribir acuerdos de remuneración con los artistas y los medios de comunicación que se hayan identificado previamente como propietarios de una obra. En caso de que no exista un acuerdo, las compañías de internet serán directamente responsables si ofrecen contenido por cuyo uso no se ha abonado un canon de licencia.

Por tanto, empresas como Google, Youtube o Facebook tendrán que vigilar y filtrar los contenidos que los internautas compartan en sus espacios. También deberán localizar al autor y pedirle su permiso o retirar el contenido.

Según la Unión Europea, la nueva directiva «no crea nuevos derechos para los creadores y los periodistas», sólo garantiza la aplicación de unos derechos ya reconocidos previamente. Lo que ahora es legal y se puede compartir seguirá siendo legal y se podrá seguir compartiendo.

Los «filtros de carga»

Para controlar que los usuarios no suban material que tienen derechos de autor, las grandes plataformas tendrán que activar lo que se denomina «filtros de carga» para a cribar contenido y evitar multas. Esos filtros tendrán la labor de asegurar la correcta remuneración de los autores, pero, a la vez, podría suponer, según sus retractores, limitar la libertad de expresión y acabar con los pequeños creadores.

La protección a la prensa

El artículo 15 buscará proteger a los editores de prensa y será más difícil que se enlacen noticias sin pagar derechos. Con la reforma se pretende que las empresas periodísticas puedan proteger mejor sus noticias en la red, que suelen ser reproducidas sin permiso ni respeto al crédito o la autoría. Se garantizará que se puedan compartir fragmentos de noticias, pero no textos enteros.  Los fragmentos quedan específicamente excluidos de la directiva, pero el acuerdo incluye disposiciones para evitar que los agregadores de noticias abusen de esta prerrogativa. De esta forma podrán seguir apareciendo en estas plataformas siempre y cuando sean “muy breves”. El texto también señala que los periodistas deben recibir parte de los ingresos por derechos de autor obtenidos por su empresa.

La Wikipedia se queda fuera

La nueva norma europea especifica que las contribuciones a enciclopedias en línea sin ánimo de lucro, como Wikipedia, o a plataformas de software de código abierto, como GitHub, quedan exentas. Las empresas emergentes, por su parte, estarán sujetas a requisitos menos estrictos que las grandes compañías hasta que cumplan tres años de actividad y sea cual sea su capacidad de explotación.

La exención de Wikipedia no ha evitado que la enciclopedia en línea se haya sumado en los últimos meses a las protestas de los activistas unidos por la etiqueta en redes #SafeYourInternet, campaña contra la nueva norma del Copyright de la que forman parte.

¿Estarán los memes exentos de la norma?

Los contenidos de carácter satírico como los populares Memes o los GIF quedan exentos de esta exigencia, ya que seguirá protegiéndose la subida a la red de contenidos si es para citar, criticar, reseñar, caricaturizar, parodiar o imitar.

A pesar de esto, los críticos con la reforma alertan de que la reforma permitirá ejercer la censura y dejará en manos de algoritmos el filtro para decidir qué es publicado y qué no. Además, los robots podrían cometer «errores» y los usuarios podrían ver sus memes censurados de forma injustificada.