Todos los dispositivos GPS se enfrentan a un cambio importante el próximo 6 de abril: la transición en el formato de fecha que usan para medir el tiempo. Hasta ahora usan un sistema de medición que viene de los años setenta. La próxima semana los dispositivos GPS se ven en una situación similar a la que se vivió con multitud de dispositivos electrónicos y el conocido “efecto 2000”.
El GPS se inventó en EEUU en 1973 para uso militar, pero hoy en día es uno de los sistemas de geolocalización más extendidos en el mundo. Su uso va, entre otras cosas, desde el control del tráfico terrestre, aéreo y naval a las funciones de navegación de smartphones o navegadores. Este estándar de localización tiene un máximo de 1024 semanas debido al sistema de 10 bits que se establecido en los años setenta. Debido a sus limitaciones de memoria y las necesidades de acortar al máximo la longitud de los mensajes de navegación, después de 19,7 años se produce un cambio de época. La primera época del GPS comenzó el 6 de enero de 1980 y concluyó el 21 de agosto de 1999. La segunda época tendrá su fin este 6 de abril. Según el Observatorio Naval de EEUU considera que «corresponde a los receptores de los usuarios resolver la ambigüedad en el número de semanas». Aunque los dispositivos GPS recientes y actualizados no deberían verse afectados, «los receptores GPS antiguos pueden causar problemas». En esto coinciden las compañías productoras de dispositivos GPS, en quienes recae la responsabilidad de distribuir actualizaciones de firmware entre sus dispositivos para asegurar que la transición de época GPS no ocasione errores en su funcionamiento.
Si la transición no se lleva a cabo de forma correcta, en caso de defectos de software graves, el dispositivo GPS podría dejar de transmitir datos de posicionamiento.
Desde el sector de los fabricantes transmiten calma. Es improbable que dispositivos GPS en el mercado transmitan datos de posicionamiento erróneos por el cambio en las semanas, aunque esto no puede ser completamente excluido dependiendo del fabricante o la antigüedad del equipo. Entre la totalidad de dispositivos GPS, el cambio de época en el GPS afectaría especialmente a las aplicaciones que dependen de la fecha y la hora de un dispositivo GPS. Entre estos usos se encuentran «varias aplicaciones críticas», como las redes de comunicación inalámbricas, transacciones financieras y la sincronización de la red eléctrica.