Analizando 3500 palabras el servicio Personality Insights de IBM, es capaz de mostrar un perfil psicológico detallado que además muestra un nivel de predisposición hacia determinados productos o estilos de vida y acciones como por ejemplo comprar comida ecológica, conocer si existe la probabilidad de que el individuo haga clic en publicidad on-line o incluso la predisposición a cambiar de rumbo o adaptarse con facilidad en el terreno profesional. Con 6000 palabras parece que la fiabilidad mejora notablemente pero a partir de 100 ya incluso podemos trastear con ella y probar su demo teniendo en cuenta que los resultados no son fiables con un numero reducido de palabras.
A través de las publicaciones en Twitter o Facebook se puede obtener un reporte de personalidad, valores y necesidades del individuo
No estamos hablando del futuro sino de la API Personality Insights de IBM Watsson Developer Cloudy disponible en la actualidad con sus respectivos planes de precios y documentación para desarrolladores. Lo que analiza es simplemente texto escrito por un individuo bien en redes sociales, emails, blogs, cartas… A partir de estos textos realiza un análisis lingüístico y devuelve una teoría de la personalidad del individuo en función de rasgos y valores en porcentajes categorizables en los conceptos de personalidad, necesidades y valores del individuo.
¿Cómo traduce esta personalidad?
Para conseguir resultados significativos se requieren al menos 3500 palabras, aunque el ideal son 6000. Si tenemos al menos 100 palabras nos proponen que juguemos con la demo pero sin darle consideración al resultado.
Traducidos en porcentajes podemos encontrar conceptos relativos a la personalidad sobre la amabilidad, el nivel de introversión/extroversión, la franqueza o incluso la facilidad de enfado. En cuando a las necesidades del individuo establece igualmente en porcentajes el nivel de necesidad de armonizar con los demás, de contacto social, de sentido práctico o eficiencia, de libertad o búsqueda de nuevas experiencias y sentimiento de cercanía o pertenencia. Y en cuando a valores diferencia entre la ayuda a otros o mejora del bienestar general, el estímulo visto como la emoción ante nuevos desafíos, el respeto o compromiso a la tradición o valores establecidos, el placer sensual y el éxito como logro o demostración de competencia.
Las puntuaciones reflejadas se muestran en porcentajes equivalentes a comparar a este individuo con una población más amplia. Es decir un 80% de amabilidad significa que el individuo es más propenso a llevarse bien con los demás que el 80% de esa población más amplia.
¿Para qué sirve? ¿Qué usos se preveen?
El servicio Personality Insights puede ser prestado a un número casi ilimitado de aplicaciones potenciales, según su web. Apuntan que las empresas pueden utilizar estos retratos detallados de la personalidad de cada cliente para crear una segmentación de mejor calidad rediseñando la comercialización de productos y ofreciendo recomendaciones personalizadas mejorando la atención al cliente. También indican, puede usarse para ayudar a reclutadores de personal, admisiones universitarias o de partidos.
Podemos ver esta tecnología aplicada en http://roztayger.com/match/designer , web de complementos de moda de lujo, donde nos sugieren diseñadores de manera personalizada basándose en los resultados del análisis de redes sociales o un texto propio que introduzcamos al tiempo que nos muestran nuestro perfil de personalidad y gráficas sobre los datos extraídos para el mismo.
No cuesta imaginar cómo puede afectar esto a la publicidad y al marketing, pero ¿y nuestra manera de actuar en internet? ¿Perderemos espontaneidad en la red una vez asimilemos las potenciales consecuencias de nuestras interacciones? Parece claro que la reputación online deja de ser un concepto asociado únicamente a empresas y profesionales especializados al tiempo que la transformación digital evoluciona y tomamos una mayor consciencia de la huella digital que generamos. El lado bueno es que el marketing deja de ver al consumidor como una cifra anodina y evoluciona hacia conceptos más humanistas poniéndose como objetivo aportar un valor real al consumidor que encaje con sus perspectivas. El malo, que a través de la red cada vez seremos más transparentes y etiquetables.
